Todos hemos pasado por eso: buscamos un bocadillo en el refrigerador, le damos un mordisco y luego nos damos cuenta de que tiene moho. Es un momento que puede hacer que se nos revuelva el estómago y nos haga preguntarnos: ¿qué pasa si comemos moho? ¿Es seguro o deberíamos preocuparnos por nuestra salud? En este artículo, profundizaremos en el tema y consultaremos con expertos en seguridad alimentaria para hecho separado de la ficción. Entonces, comencemos y Desmitificando los mitos ¡Moho para comer alrededor!
La verdad sobre comer moho
Cuando se trata de ingerir moho, los efectos pueden variar dependiendo del tipo de moho y de las características de cada persona. sistema inmunitario. Según el doctor Benjamin Chapman, profesor y especialista en seguridad alimentaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, muchos alimentos tienen esporas de moho de forma natural. No es raro que productos frescos como las fresas o las frambuesas muestren signos de deterioro por moho, ya que las esporas de moho suelen estar presentes desde el entorno de la cosecha. De hecho, consumir moho es algo cotidiano para la mayoría de las personas.
Sin embargo, esto no significa que deba consumir panes y quesos mohosos sin preocupación. El moho puede crecer y causar deterioro, lo que puede provocar enfermedades. Algunas personas pueden experimentar síntomas como náuseas o vómitos después de consumir moho, que es la forma natural del cuerpo de tratar de eliminar el moho. Es importante tener en cuenta que si bien es posible comer algo mohoso y estar bien, existen riesgos.
Comprender la seguridad de comer moho
Si bien ciertos alimentos están destinados a tener moho, como el queso azul y los champiñones, hay casos en los que consumir moho puede ser peligroso. Algunos mohos producen micotoxinas, que son compuestos tóxicos producidos naturalmente por ciertos tipos de hongos. Las micotoxinas pueden provocar síntomas como náuseas, calambres y vómitos. Los alimentos como el maíz, el trigo y el maní son particularmente propensos a la producción de micotoxinas cuando les crece moho.
Vale la pena señalar que la producción de micotoxinas en los alimentos preparados no se ha estudiado de manera exhaustiva, por lo que las recomendaciones de seguridad tienden a ser conservadoras. Además, las micotoxinas son termoestables, lo que significa que no se destruirán al cocinarlas. Distinguir los mohos que producen micotoxinas solo por su apariencia es un desafío, lo que enfatiza aún más la necesidad de tener precaución cuando se trata de alimentos con moho.
Además de las micotoxinas, el moho también puede contener aflatoxinas, que son una familia de toxinas que pueden causar daño hepático y se han identificado como un factor de riesgo para el cáncer. Para minimizar la exposición a las aflatoxinas, se recomienda comprar las principales marcas comerciales de nueces y mantequillas de nueces y desechar las nueces que parezcan mohosas, descoloridas o arrugadas.
Las personas con alergia a la penicilina también deben tener cuidado al consumir alimentos con moho. Se han informado casos de reacciones alérgicas graves, incluida la anafilaxia, en personas con alergias al moho después de consumir productos con moho. Si bien estos casos son raros, es esencial que las personas con alergias al moho estén al tanto de los riesgos potenciales.
Cuándo buscar ayuda médica
En la mayoría de los casos, el consumo de alimentos enmohecidos no provoca enfermedades graves. Los humanos sistema inmunitario generalmente es capaz de manejar pequeñas cantidades de moho sin efectos adversos. Sin embargo, si sabe que ha comido alimentos enmohecidos y experimenta síntomas prolongados como náuseas y vómitos, es aconsejable buscar atención médica. En algunos casos, el médico puede recetar medicamentos para inducir el vómito o la diarrea y ayudar a limpiar el organismo.
Es importante recordar que las probabilidades de enfermar gravemente por comer moho son bajas para las personas con un funcionamiento normal. sistema inmunitario. Incluso en casos extremos, es muy poco probable que resulte mortal. Sin embargo, si tiene alguna duda o experimenta síntomas graves, siempre es mejor pecar de precavido y consultar a un profesional sanitario.
Identificación y manipulación de alimentos mohosos
Ahora que hemos establecido los riesgos potenciales de comer alimentos con moho, analicemos cómo identificar y manejar el moho correctamente. El moho se desarrolla en los alimentos bajo ciertas condiciones, que pueden incluir un almacenamiento deficiente, la antigüedad del producto o la presencia de moho transitorio en el medio ambiente. Es fundamental poder reconocer los signos de moho, como manchas blancas, parches de colores inusuales o alimentos que son más blandos de lo normal o que huelen mal.
Si bien puede ser tentador raspar el moho y consumir el resto de los alimentos, no se recomienda. Es imposible determinar la seguridad de un moho solo con la vista. Algunos mohos pueden ser altamente tóxicos para los humanos y pueden causar reacciones alérgicas y problemas respiratorios. Otros pueden producir sustancias peligrosas como las aflatoxinas, que pueden ser extremadamente dañinas, incluso mortales.
Cortar la porción mohosa de ciertos alimentos puede parecer una solución, pero es importante considerar la posible presencia de bacterias. La humedad en los alimentos puede provocar el crecimiento de moho y bacterias, lo que puede causar enfermedades graves transmitidas por los alimentos. Ciertos alimentos, como verduras y frutas blandas, fiambres, yogur, mermeladas y jaleas, sobras de restaurantes y mantequilla de maní, deben desecharse si tienen moho.
Sin embargo, hay algunos alimentos mohosos que se pueden recuperar, en particular aquellos con un contenido de humedad más bajo. Los quesos duros con una corteza dura, como el queso cheddar y el suizo, así como las verduras duras como el repollo, los pimientos y las zanahorias, se pueden guardar si se eliminan las porciones mohosas. Es esencial cortar al menos una pulgada alrededor de las zonas con moho para minimizar la presencia de esporas y contaminantes.
Cuando se trata de frutas como los plátanos, si el moho está solo en la cáscara y no en la fruta en sí, generalmente es seguro comerla. Sin embargo, si nota olores inusuales o moho en el tallo, es mejor desechar la fruta por completo.
Prevención del crecimiento de moho en su cocina
La prevención es clave cuando se trata de evitar alimentos con moho. Aquí hay algunos consejos para mantener su cocina y refrigerador libres de moho:
- Mantén tu nevera limpia: Limpie regularmente su refrigerador para evitar el crecimiento de moho. Los derrames y los residuos de alimentos pueden ser un caldo de cultivo para el moho y las bacterias. Use una solución de bicarbonato de sodio disuelto en agua para limpiar el interior de la nevera y elimine cualquier moho visible con una solución de lejía si es necesario.
- Almacene los alimentos correctamente: Almacene adecuadamente sus alimentos para minimizar el riesgo de crecimiento de moho. Cubra los alimentos refrigerados con tapas, papel de aluminio o envoltura de plástico para evitar que se propaguen las esporas. Además, deseche cualquier alimento que haya llegado a su fecha de caducidad o muestre signos de deterioro.
- Mantenga las temperaturas adecuadas: Ajuste la temperatura de su refrigerador a 40 grados Fahrenheit o menos y asegúrese de que su congelador esté a cero grados Fahrenheit. Evite mantener la puerta del refrigerador abierta por períodos prolongados para mantener una temperatura constante.
Conclusión
En conclusión, si bien es posible comer alimentos con moho y estar bien en muchos casos, existen riesgos. Algunos mohos pueden producir micotoxinas y aflatoxinas, que pueden provocar síntomas como náuseas, calambres y vómitos, y presentar riesgos para la salud a largo plazo. Es crucial tener cuidado y desechar los alimentos mohosos cuando tengas dudas. Al seguir las prácticas adecuadas de almacenamiento y limpieza, puede minimizar las posibilidades de encontrar alimentos con moho y garantizar la seguridad de lo que consume. Recuerde, ¡es mejor prevenir que curar cuando se trata de su salud!